¡Te juego una apuesta!
A que tiro la moneda y cae de cara.
Che pero que suerte que tuviste, como conseguiste ese laburo, que tarro que tuviste.
Che, que cagada, le pegó a la pelota, pegó en el palo y quedaron afuera.
La selección holandesa esta plagada de mala suerte mostraban las páginas de un diario, entre 1974 y 1978 perdieron dos finales de un campeonato mundial de fútbol, y ahora no pueden presumir de una estrellita en su camiseta.
¿Suerte o mala suerte tuvo Holanda?. ¿suerte de aprobar de suerte o mala suerte de no aprender a leer?. ¿suerte de un logro o esfuerzo para lograrlo?
¿Porque nos conformamos con que la pelota no entró o que ese día dió en el palo y la suerte no estuvo de nuestro lado?
¿Porque aprobar un exámen es cuestión de suerte?, o por lo menos es la que se desea.
¿Porque tenemos que dejarnos caer en que la suerte nos acompaña como una sombra en las situaciones que nos sobrevuelan la vida y no el resultado de lo que venimos haciendo hace un tiempo que se prolonga a lo largo de las hojas que se cayeron del otoño.
No me llevo bien con la suerte, porque no le creo.
El otro día intente cambiarle el nombre hacia algo que se le asemeje para darme cuenta que existe, pero no, no pude.
A ver, es una fuerza mágica. Para mi no. Es un factor meteorológico. Tampoco. Entonces me dije _tiene que haber algo que la defina en mi mente!... y no, la verdad, que no encontré nada que me convenza, lo único que se acercó a lo que estaba buscando es que no creo en ella.
No creo en que las cosas vayan bien o mal por la suerte. Me parece muy fácil y muy cómodo esperar a que la suerte se encargue de llevarnos de la mano.
Es más fácil decir que tuvo suerte que reconocer sus virtudes, coraje, idea, voluntad, fuerza, inteligencia o es más fácil decir que no tuviste suerte en vez de buscar la razón por la cual no encontraste el resultado que buscabas o esperabas.
Yo no le creo a la suerte ni a los que me hablan de ella, me parece que la suerte es un imaginario colectivo en el que muchos se conforman y descansan sobre y lo único que genera es relajarse en algo ficticio.
Yo prefiero el esfuerzo, la constancia, equivocarme y buscar el error, animarme para correjirme o buscar el porque no obtuve lo que iba en busca o alegrarme porque mi camino se va haciendo a medida que lo camino.
El otro día un compañero me dijo que de 100 apuestas podés acertar 10 al azar pero luego esa "suerte" se te termina y ya no es "mala suerte" lo que te hace perder las 90, sino que algo estás haciendo mal, y ahí, la "suerte" ya no te ayuda.
Si a la "suerte" no tratás de ayudarla en un 90% ella solita no puede. Se queda tranquilita a tu lado pero cuando llueve no sabe abrirte el paraguas.
Es más fácil atribuirle a la suerte que el penal no entró y no reconocer que lo petó mal, o que por más que ese equipo jugó mejor, el gol lo hizo el otro y la vida le está planteando una pregunta al eliminado.
Yo prefiero buscar el porque de lo sucedido y no sentarme en el sillón a que el colectivo de la suerte pase por la puerta de mi casa, porque en definitiva, tiene otro recorrido.
Yo prefiero tratar de leer un poco lo que el librito, éste que tengo en el fondo de mi corazón y que me habla de vez en cuendo al oído y no esperar a que el lechero me deje un litro de suerte al tocar el timbre, porque la leche la compro en el super.
En definitiva mis querido, cada día me convenzo más que la vida no es tan fácil y tan simple, y es un poquito más compleja como para dejarlo librado al vuelo de una moneada.